El día del orgullo de no ser un mónguer

En total incoherencia entre mi alias en este blog y el título de esta entrada os cuento lo que me pasó ayer.

A ver, Yoli y Pepa son buena gente. Son pareja lésbica desde hace tiempo, y no son amigas mías, sino de mi amigo Guillermo. El caso es que a veces nos juntamos para cervecear y charlar temas estándar, aunque últimamente ya resulta complicado hablar de nada, porque es cierto que ya ni hablar del tiempo atmosférico está exento de potenciales conflictos con esto de la puta farsa del Timo Climático y los chemtrails.

Ambas llevan comiéndose años y años todas las ingenierias sociales de la Agenda 2030: son lesbianas, veganas, pro-Ucrania, pro-vacunas, pro-cambio climático… Vaya desastre….

Ayer nos juntamos para un evento de estos y yo estuve toda la reunión prácticamente en silencio porque quería ir practicando ya lo que tendré que hacer en breve, que es lo que nos va a marcar el tema de la ya inminente reevaluación de los Zimbawes, el NDA (Non Disclosure Agreement). Ya que no voy a poder decir ni mu a nadie de este tema durante unos 60 días pues me propuse estar silencioso para ir practicando.

El caso es que Pepa estuvo ayer insoportable porque por un lado estaba subidita con el desfile de los maricones del miércoles, y a la vez indignadísima porque parece ser que VOX (que es pura disidencia controlada, a mí no me la cuelan) va a dirigir en Extremadura la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, y que van a poner a un cazador como consejero. 

Así que venga a dar la tabarra, hablando y echando pestes de VOX, que si son negacionistas del cambio climático, que si quieren que todos nos vistamos de tonadillera, que si quieren que todos los españoles hablemos español, que si asocian el movimiento LGTBI al movimiento transexual, y luego ambos al partido pederasta de Holanda…

Qué pesada, macho. Y Yolanda, que es la que hace de mujer en esta pareja (Pepa es el macho dominante entre ambas) todo el rato musitando: «Es verdad, cariño… Tienes razón, cielo».

En un momento dado me miró y me dijo: «Qué. Cómo se ve que no dices nada porque sabes que tengo toda la razón, ¿a que sí?»

Soy humano, y reconozco que ahí ya me calentó, estallé y le dije frente a frente:

– ¿Qué pasa? ¿Es que ahora tenemos que ser todos maricones porque lo diga el gobierno socialista? Pues mira, Pepa. Sólo te lo voy a decir esta vez. Punto uno. Me gustan las mujeres (tú no, con ese aspecto de kale borroka y flequillo que parece que te lo ha mordido una vaca). Punto dos. Me gustan las corridas de toros. Punto tres. Me gusta el vino. Punto cuatro. Me gustan los chuletones. Conmigo tú y la Agenda 2030 vais jodidas.

Menos mal que Guillermo intercedió y paró el conato de lío que se iba ya montando proponiendo que nos fuéramos a echar unos bolos, lo cual todos aceptamos de buena gana porque nos encanta.

Claro, el lío continuó allí en la bolera porque a la hora de coger los nombres de los jugadores ellas se pusieron «Virginia Woolf» y «Martina Navratilova». Guille eligió «Jorge Javier» para hacerles un guiño, pero yo tenía ganas de dar por culo un rato más y estuve pensando ponerme «Francisco Franco», pero al final puse «Donald Trump». 

Bueno, ¿sabéis quién ganó con 186 puntos, haciendo 5 plenos y 2 semiplenos? Pues claro, el tio Donald :-p 

Marcar como favorito enlace permanente.

Comentarios cerrados.