La Realidad

Si pudiésemos ver la REALIDAD tal cual, seríamos conciencia pura y nos sobraría el cuerpo que habitamos con sus múltiples funciones para interpretar la vida y experimentarla desde eso que interpretamos.

Estamos en un video juego, cuando dejas de interpretar un determinado personaje de los muchos que usamos dejas de cocrear con otros intérpretes y se acaba la partida. Y no porque se acabe el juego, si no porque te sales de él. Y te sales cuando te das cuenta de que no hay nadie jugando salvo tú, que no hay otros, que has estado utilizando a los «otros» según el grado de disfuncionalidad que padezcas para maldecirte o bendecirte.

Y si tienes la fortuna de darte cuenta de ello te liberarás de tus creaciones de mierda, porque para entonces ya te habrás dado cuenta de que la única REALIDAD es una nada absoluta en la que tu plasmas el contenido de tu mente. Y si llegas hasta aquí y eres un poco avispado igual te das cuenta de que no es que te sobre el cuerpo, es que ni siquiera tienes un cuerpo como tal. Y esto sería tan obvio como que si no hay otros, tampoco hay un tú.

Sólo existimos como pensamiento de una conciencia única e infinita jugando en una sala de espejos.

Prolegómenos

HOMO ante EL FUTURO

ADENDA a

Homo

Animalidad-Divinidad

Prolegómenos

De dónde procede esta adenda

En Homo. Animalidad. Divinidad, obra de la cual este escrito es adenda, llevé mis reflexiones sobre el desarrollo de la mente en los homo desde los destellos de algunos miembros del Género homo hasta los albores de la nueva especie que nos sustituirá, los Homo stellarum.

Adónde pretende llegar

En esta adenda llegaré más lejos: trataré de entrever, no el futuro de homo mañana o pasado mañana, sino la fuente que derramará la Luz sobre nuestra especie guiando a unos hacia la divinidad y dejando, a otros, subsumidos en la animalidad. (…) Continúa…

Bodhi

Con tu sigiloso paso llegas sin aviso a irrumpir en mis momentos, sin permiso me regalas tu infinito amor, tu bondad y tus misterios.

Te recoges en mi regazo mostrándome la belleza del silencio, y de todo aquello que no tiene precio.

Te abrazo, te acaricio, sabiendo que en ti no existen apegos.

Sin decir nada lo expresas todo con tu mirada, en tus ojos cristalinos está impresa la belleza de tu alma.

Presencia pura, efímero tiempo, qué importante es sentir cada momento. (…) Continúa…