Si pudiésemos ver la REALIDAD tal cual, seríamos conciencia pura y nos sobraría el cuerpo que habitamos con sus múltiples funciones para interpretar la vida y experimentarla desde eso que interpretamos.
Estamos en un video juego, cuando dejas de interpretar un determinado personaje de los muchos que usamos dejas de cocrear con otros intérpretes y se acaba la partida. Y no porque se acabe el juego, si no porque te sales de él. Y te sales cuando te das cuenta de que no hay nadie jugando salvo tú, que no hay otros, que has estado utilizando a los «otros» según el grado de disfuncionalidad que padezcas para maldecirte o bendecirte.
Y si tienes la fortuna de darte cuenta de ello te liberarás de tus creaciones de mierda, porque para entonces ya te habrás dado cuenta de que la única REALIDAD es una nada absoluta en la que tu plasmas el contenido de tu mente. Y si llegas hasta aquí y eres un poco avispado igual te das cuenta de que no es que te sobre el cuerpo, es que ni siquiera tienes un cuerpo como tal. Y esto sería tan obvio como que si no hay otros, tampoco hay un tú.
Sólo existimos como pensamiento de una conciencia única e infinita jugando en una sala de espejos.