…Hay días, como el de ayer, que cuando voy a dar clase a la Facultad siento (como esa expresión tan del agrado de mis alumnos) que me va a dar un chungo…
Me encontraba con el decano y unos colegas de mi departamento en la entrada de la biblioteca debatiendo acerca de un artículo publicado recientemente en una revista profesional cuando un grupo de segundo curso se nos acercó y nos rodeó, tapándonos todas las vías de escape con una eficacia a la altura de las legiones romanas de Julio César en la guerra de las Galias.
Y comenzó el escrache:
«-…Profe, vamos a hacerte huelga y no vamos a ir ya nunca más a tus clases, nos da igual a todes que nos suspendas».
(Todes… Madre de Dios)
«-¿Pero por qué mantienen semejante posición? ¿Acaso ustedes creen que mis clases carecen de rigor, que les dicto demasiado deprisa o que soy poco riguroso al desarrollar los argumentos en mis premisas..?»
Y antes de poder acabar la exposición de mis argumentos (en lo que yo creía que era un debate y resultó ser una ejecución pública y sin nocturnidad) mis colegas del departamento y el propio decano, al ver la situación de apuro en la que yo me encontraba, me abandonaron con firmeza y convicción, abriéndose paso entre los alumnos entre forcejeos, empujones, juego de codos y torsiones de cintura, y apretaron el paso firmemente… para huir enseguida a la carrera.
Y entonces comenzó la lapidación, ya solo, rodeado de la turbamulta de alumnos:
«-No, profe, no es eso, en plan… «
«-A ver, es en plan…Te vamos a hacer huelga porque no nos quieres.»
«-Jope, profe…¡Que es que no nos quieres!»
«-¿¿Es que no te das cuenta, profe?? Joder, profe, eres un facha.»
«-En plan…nos tratas con falta de cariño y nos tratas de usted».
Socorro.
Qué años más malos me quedan.
He de volverme al campo por mí mismo, allí de donde vine, o volveré pero con los pies por delante.